Lo necesario

Con la llegada del nuevo siglo, y tras superar la ceguera transitoria en la que los tiempos de falsa abundancia nos tenía sumidos, ha llegado el momento de parase a reflexionar. En el último tercio del siglo XX se han producido algunos de los mayores avances de la historia, la “revolución tecnológica” ha cambiado por completo casi todos los aspectos de nuestras vidas, a priori para mejor. Hemos conseguido tener casas más grandes donde vivir, mejores coches, vestimentas, innumerables gadgets que nos hacen la vida más fácil… Según cuenta el creador de treehugger.com, Graham Hill (TED talks marzo 2011), en EEUU ha aumentado el triple el espacio disponible para almacenar cosas en los últimos 50 años, sin embargo, la gente sigue teniendo problemas de espacio ya que cada vez acumulamos más objetos. Curiosamente, el nivel de felicidad no ha experimentado ningún crecimiento, según afirma. Esto plantea la gran pregunta: ¿realmente necesitamos tanto para vivir y ser felices?

Buscando la respuesta nos trasladamos hasta la otra punta del globo, el autor de “Just enough”, Azby Brown lleva años estudiando y aprendiendo de la cultura japonesa. En esta obra, nos habla de un concepto de la tradición japonesa, el “Mottainai”, que básicamente defiende el empleo responsable de los recursos disponibles. Los japoneses, debido a su desafortunada historia, sufriendo una devastadora guerra mundial, y a sus limitaciones en cuanto a recursos naturales, sumado a un incremento demográfico exponencial en las últimas décadas, han tenido que ser una sociedad muy concienciada para poder salir adelante. Por esto, los japoneses fieles a esta filosofía, como en todas partes hay de todo, emplean de forma racional el consumo de agua, de energía, así como de la comida. En este punto es donde más deberíamos sentirnos avergonzados, puesto que nuestra sociedad dista mucho del consumo responsable de los alimentos. Un claro ejemplo es el de uno de los personajes más influyentes de nuestro país,  Juan Roig, presidente de la todopoderosa cadena de supermercados Mercadona, que lejos de esta filosofía, tira toneladas de alimento en perfectas condiciones para el consumo a la basura.

Otro aspecto en el que la cultura nipona destaca, y es aquí donde entra en juego la arquitectura, es en el empleo del espacio. Debido a la falta de éste, han tenido que ingeniárselas para optimizar el poco espacio del que disponen para poder vivir sin renunciar al bienestar. Para ello, han tenido que simplificar sus vidas, viviendo únicamente con lo necesario. En el libro de Azby, “The very small home”, se muestran algunas de las múltiples soluciones para poder vivir bien en espacios reducidos. No muy lejos de allí, Gary Chang nos muestra como es posible vivir Hong Honk, sin renunciar a ningún tipo de comodidad, en tan solo 32m2.

Esta tendencia, debido a la masificación de las grandes ciudades, se ha ido extendiendo a lo largo del globo. El anteriormente mencionado Graham Hill, nos muestra a traves de lifeedited.com, su concepto de la vivienda para el siglo XXI, simplificando todos los aspectos de la misma, para quedarse solo con lo necesario para vivir bien, de una forma sostenible tanto para la sociedad, como para el medio ambiente.

Éste es, desde mi punto de vista el camino a seguir por la arquitectura a día de hoy, puesto que tiene una gran responsabilidad en el desarrollo sostenible de la sociedad en los próximos años, en los que tanto los recursos naturales como económicos han entrado en crisis. Sin embargo todavía se encuentran ciertos discursos, como el que plantea el arquitecto Joaquín Torres al explicar su filosofía, en el que se echa en falta este tipo de valores, ya incuestionables hoy en día. Éstos que son sustituidos por fundamentos formales y estéticos, que si bien, forman parte de la arquitectura, deben estar necesariamente en sintonía con los anteriores. Más allá, en la que podríamos considerar las antípodas de la filosofía arquitectónica sostenible, encontramos algunos ejemplos como la firma estadounidense Sieger Suarez, que presume de realizar los más lujosos y extravagantes proyectos.

¿Son válidos estos planteamientos en los tiempos que corren? ¿Debe quizás el arquitecto ser el que trate de inculcar a determinados clientes los principios de sostenibilidad actuales?

Olmo Losada

FUENTES

-Articulo desmaterializacion de espacios de Nicolas Boullosa (Jun 2013):  http://faircompanies.com/news/view/muebles-transformables-que-combinan-usos-en-espacios-minimos/

-Artículo sotenibiliadad de Mary Wallace (14/01/13): http://www.wehatetowaste.com/japanese-style/

-Filosofia Mottainai http://www.justenoughjapan.com/JustEnough/HOME.html

-Charla de Graham Hill “Less stuff, more happiness” (marzo 2011): http://new.ted.com/talks/graham_hill_less_stuff_more_happiness

-Charla Azby Brown TED tokyo (05/15/10):  http://tedxtalks.ted.com/video/TEDxTokyo-Azby-Brown-051510-Eng;search%3Atag%3A%22TEDxTokyo%22

-Articulo sobre las donaciones de alimentos de David Placer (13/08/2012): http://www.economiadigital.es/es/notices/2012/08/mercadona_en_la_cola_de_donaciones_de_alimentos_32420.php

-Soluciones espacios pequeños de Graham Hill: http://www.lifeedited.com/

-Apartamento de Gary Chang en Hong Honk ():http://www.plataformaarquitectura.cl/2009/11/19/gary-chang-la-vida-en-32-mt2/

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